Mucho más de catorce años han
transcurrido desde que publicaron por diferentes medios impresos y digitales,
los resultados de mis investigaciones históricas relativas a Miranda Masón. Es
necesario reiterar que en el año 2000 ya había transcurrido medio siglo desde
que el Q:.H:. José Tomás Uzcátegui había publicado, desde el cargo de Gran
Maestro o presidente de la Masonería Venezolana, un decreto
donde instruía a
todos los masones del Orbe, buscar en los archivos masónicos y en las
publicaciones históricas, todos los datos históricos relativos a la vida
masónica del Prócer venezolano, presunto fundador de la masonería en América
Lantina.
Detalle Fachada Gran Templo Masónico de Caracas |
Las conclusiones de un Q:.H:. británico, miembro de la más prestigiosa y
constante logia de investigación histórica, la Quatour Coronati Lodge N 2076
fundada en 1884, y desde entonces publica un anuario sobre temas históricos y
filosóficos de la masonería especulativa y operativa mundial. Me refiero al
Q:.H:. F. W. Seal Coon, quien publicó, interesantes trabajos sobre la historia
de la Masonería en Jamaica, y dos artículos sobre Miranda y Simón Bolívar y sus
vínculos masónicos. Con respecto a Francisco de Miranda, después de registrar los
archivos masónicos de la Gran Bretaña, declaró que
no le restaba ningún mérito
ni al Héroe, ni a la masonería, tener que concluir desde la realidad histórica
que no se puede argumentar con seriedad, su condición masónica. De esta manera
subtituló su artículo: “La Masonería Mítica de Miranda”. A esto le agrego que
después de tanto exaltar la figura masónica de Miranda resulta difícil tener
que aceptar que se trata de una idea que carece de fundamento racional, un
concepto fanático en el argot masónico.
La pregunta sería: ¿Cuál Masonería? |
De igual manera, en los ambientes
académicos de la historia y de la masonología, este es un tema superado, porque
tampoco le suma ni le resta nada a la historia, que las legendarias logias
lautarinas, organizaciones políticas inspiradas en la bibliografía masónica que
Miranda pudo recopilar durante más de cuatro décadas de peregrino por el mundo,
no guarden relación con la actual masonería del Rito Escocés Antiguo y
Aceptado, ni a las otras organizaciones de semejante naturaleza que hoy existen;
inclusive, como la masonería mixta francesa donde fue iniciado y exaltado al
grado de Maestro, un teniente del Ejército Español identificado con la firma
auténtica de Simón Bolívar. Los detalles fueron publicados en El Fantasma de Bolívar en la Masonería Venezolana. (Hacer Clic para más información sobre este libro)
Podría dar cuenta de una
infinidad de elementos historiográficos que explican las razones que tuvo el
Q:. H:. Uzcátegui para establecer ese primer reconocimiento oficial, desde la
perspectiva historiográfica de la masonería, pero lo esencial no está a la
vista de todos. A eso me voy a referir en las siguientes líneas.
Cuando el Instituto de
Investigaciones Históricas de la Universidad Simón Bolívar Bolivarium me hizo
el honor de solicitarme artículos sobre historiografía masónica de la
Independencia y sobre Simón Bolívar Masón, en lugar de un Miranda Masón
encontré algo mucho más valioso para la Orden. Me refiero a la Masonería Mirandina,
aunque hoy prefiero llamarla Mirandiana, para no confundirla con el gentilicio
del Estado Miranda.
En momentos cuando la masonería
tradicional venezolana atravesaba una crisis institucional (1950) que no viene
al caso tocar en este momento. Toma como paradigma el Ethos de un héroe cuya verdadera identidad se había comenzado a
develar desde la historiografía universal, debido a la huella que este singular
personaje había grabado en el mundo que le dictaba las pautas de pensamiento a
la sometida epistemología impuesta desde la colonialidad del poder. Desde la década
del treinta y gracias a la iniciativa del historiador Caracciolo Parra Pérez,
el general Juan Vicente Gómez compró para la Nación, el Archivo personal de
Francisco de Miranda, hoy declarado por UNESCO, patrimonio histórico de la humanidad.
El examen de este archivo, ha venido cambiando la dimensión del conocimiento
histórico que teníamos de Miranda, así como derribando otros mitos creados por
lo que he llamado la venganza del
mantuano.
El hecho de que los masones
venezolanos se hubieran plegado a los valores morales del Prócer por su coincidencia
con los valores éticos proclamados por la Masonería y además escoger como día
masónico nacional, el día de su onomástico, revela una conciencia de necesidad
de renovación del ethos masónico; aunque desde un lado más oscuro, revele ignorancia
con respecto a la realidad histórica de la Institución y la tan cacareada
crítica al fuego fatuo encubierto tras culto al héroe. Esto último queda en
segundo plano cuando sale a la luz, el
ethos mirandiano asumido por los hermanos de La Escuadra y El Compás. Lo
esencial para los masones aparece redimensionado en tiempos de crisis, frente a
la búsqueda de los valores éticos, en las raíces auténticas de nuestra
nacionalidad, a partir de mediados del siglo XX venezolano, esa iniciativa tuvo
lugar. Corresponde a los masones de hoy, investigar en las mismas raíces
históricas, los valores genuinos de la Orden para revalorar el sentido
primordial de la Iniciación. (Caracas 03 08 2014)
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