lunes, 1 de julio de 2013

Masonería Revolucionaria en Hispanoamérica (La Masonería Mítica de Francisco de Miranda de Seal Coon) Comentarios de Eloy Reverón

Como consecuencia del excelente artículo publicado por este investigador británico masón, de origen jamaiquino, sobre Simón Bolívar Masón, el hermano F.W. Seal Coon publicó en el número 94 del año 1981 de la revista Ars Quatour Coronatorum de la logia Ars Quatour Coronati N 2076 de Londres este artículo sobre la masonería revolucionaria hispanoamericana de donde surgió el título de la Masonería Mítica de Francisco de Miranda.


Por el sonido del mismo título ya crea alguna contradicción con lo que se había pensado durante casi tres décadas sobre la relación de Francisco de Miranda con la masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Para este investigador masón británico, la visión de un Miranda Masón está en el plano de la mitografía masónica hispanoamericana. 



Esto no es un capricho o un impulso antimasónico como pudieron calificarlo en su momento desde la perspectiva de la Masonería Mirandiana venezolana. Estamos hablando del trabajo de un investigador serio, periodista del Caribean Contac, cuyo trabajo publica la más prestigiosa y tradicional logia de investigación histórica del Reino Unido. Un trabajo impecable desde el punto de vista técnico y ético.


El artículo fue traducido por E. Reverón a finales de la década de los ochenta, y los masones venezolanos prestaron poca atención, tanto al artículo de Seal Coon, como a los comentarios que este generó en el ambiente historiográfico del momento. Lo relevante es que existe una masonería Mirandiana que asume a Miranda como su fundador e inspirador, o héroe prototipo masón. Y como lo señala Seal Coon en su artículo, el hecho de que hubiese estado convencido de que Miranda, ni fue masón, ni creo un sistema pseudo masónico político de alcance continental, ninguna de estas realidades, desmerece el brillo de la personalidad de Miranda. 



El culto a la personalidad de Francisco de Miranda, requiere una visión mejor elaborada que la que se maneja como lugar común entre los masones venezolanos del siglo XX. Ellos otorgan más peso a la presunta condición masónica de Miranda que a sus méritos personales. Ese lugar común se refiere a pensar que sólo por su condición masónica "un isleño, blanco de orilla caraqueño" admitido en los círculos políticos estadounidenses. Ignoran olímpicamente que Miranda fue un prócer de la guerra por la independencia de los Estados Unidos, y que el mismo J.K. Adams declaró a la prensa que Miranda no sólo era uno de los hombres mejor ilustrados y cultos que había conocido, sino que además un erudito en estrategia militar y conocedor de la historia militar de la guerra de Independencia de los Estados Unidos que recién había terminado. Cada quien lo proyecta desde sus propias pequeñeces o desde sus delirios de grandeza.



Caso semejante sucede con su relación con la zarina Catalina, con quien cultivó una amistad proveniente de una admiración mutua. El hecho de que la Reina de Rusia lo hubiera recibido en su corte y le hubiera otorgado pasaporte diplomático ruso con permiso para vestir el uniforme de coronel de Su Majestad, también es atribuido a méritos diferentes a su talento y a la necesidad de asesoría en política internacional que requería para las futuras negociaciones con Estados Unidos con respecto al territorio de Alaska.


De estos temas nos ocuparemos con más detalle en próximas actualizaciones, a los interesados les rogamos estar atentos.